El pasado
sábado día 13 de abril, en el teatro municipal de Torredonjimeno, tuvo lugar la
décima quinta edición del pregón en honor a la santísima Virgen de la Cabeza,
organizado por la cofradía de Torredonjimeno.


Ante un teatro
completo, hasta el punto que muchos ciudadanos no pudieron presenciarlo en directo por falta de aforo, por lo que el inicio se retraso hasta las 21,30 horas,
tomando la palabra la presidenta de la cofradía dando la bienvenida a la autoridades de Torredonjimeno
y publico que se congregó, a
continuación hizo una breve descripción sobre la situación de la
cofradía y las obras que se están
realizando en la casa del Cerro del Cabezo, acto seguido, dio paso al pregonero
de la edición anterior José Madero para que nos diera a conocer una breve
descripción de la vida académica y
laboral como pintora de la pregonera, Chelo Arjona, haciendo hincapié sobre los cuadros pintados
en honor a nuestra santísima Virgen de la Cabeza, solicitando su presencia en
el escenario, para trasladarle las
emociones y sensaciones que el año anterior había tenido él, como pregonero.
La pregonera
proclamó la grandeza de Nuestra Madre a la ciudadanía de Torredonjimeno y
pueblos limítrofes que se dieron cita, anunciando el comienzo de la romería.
El inicio del pregón coincide con un cambio de escenario, predominando al fondo, un gran cartel que la pregonera había pintado para este evento. A continuación recitó con sentidas y sencillas palabras su pregón en forma de prosa y poesía, que acompañada de una agradable música de fondo hizo levantar los aplausos del público en varias ocasiones, quedando patente desde el primer momento su trabajo e interés de transmitir sus sentimientos como devota, andera y pintora de varios cuadros en honor a Ella fue un pregón colmando de recuerdos y vivencias, en la que puso de manifiesto la devoción mariana que durante tantos años profesa a la Virgen e la Cabeza, en la narración sobre la peregrinación al Cerro del Cabezo, nos deleito con el cante de un peregrino incansable, Tomás Caravaca, con una colombiana que fue de gran satisfacción para todos los asistentes.
El flamenco también lo tuvo presente con la guitarra de su hijo Manuel Angel Calahorro y los cantes fervorosos de Isabel Duran.
Al final la presidenta hizo entrega de un recordatorio evocando con palabras emocionadas de ser un pregón para recordarlo y conservarlo